El sábado por la mañana es el mejor rato de mi mundo mundial. Porque lo niños no tienen cole, porque yo no tengo que trabajar y porque sabes que el fin de semana sólo está comenzando.
¿Importa la hora en un sábado? NO.
¿Puede ser más genial?
Los sábados por la mañana hacemos realmente lo que nos apetece. Es como unas pequeñas vacaciones que llegan cada siete días justos. No hay horarios, no hay prisas. Desayunamos cuándo nos apetece y no hay obligaciones. La lavadora por tender puede esperar siempre un sábado por la mañana.
¡A disfrutarlo!


Deja una respuesta