– Mami teta – dijo asombrado. Alucinaba y se reía de todas las cosas que hacía su hermanita.
– Sí mi amor como tú- le dije pidiendole al cielo que no se enfadara o quisiera comer en ese momento porque no sabía ni cómo hacerlo. Después de reirse un poco más llegó la frase…
-Mami teta yo també – Bufff lo había dicho. Me dispuse a sacar la otra teta, coloqué bien protegida a la pequebella de posibes golpes sin querer y le ofrecí la teta al principito. Él mismo supo colocarse y no le hizo mucho caso a su hermana. Entendió que él también podía y se quedó tranquilo. Más tranquila me quedé yo al ver que sí podía hacerlo.
Muchas gracias a dormir por tan bonito comentario.
Ahora me paso por tu página y felices sueños para todos los niños 🙂
Me encanta leer vuestras experiencias con la lactancia. La felicidad que sentis al dar de mamar se entreve en vuestros relatos, en cada palabra. Un beso
Hola guapa,
qué bonito lo que cuentas. Es maravilloso. Mi experiencia de lactancia es muy positiva también,ya llevo tres años estupendos y hasta que mi niño quiera. Nunca lo pensé ni lo programé, pero llegó así, y ahora soy feliz por ello.
Felicidades por esos momento mágicos entre los tres.
Besos
Mar
Mar muchas gracias por pasarte por esta humilde morada.
Me alegra escuchar que tu nene también sigue mamando. Tres años ya ¡Guau! cómo pasa el tiempo madre mía.
Disfruta mucho del peque, ya sabemos que crecen más rápido de lo que nos gustaría 😉
Besos